miércoles, 26 de noviembre de 2014

Ruinas de Itálica I -Casa de los Pájaros y Casa del Planetario- (S.II)

La ciudad romana de Itálica tiene sus antecedentes en el año 206 a.c. cuando el general Publio Cornelio Escipión (Escipión el Africano) establece en un núcleo turdetano a los soldados heridos en la batalla de Ilipa (Alcalá del Río), recién librada contra el ejército cartaginés. Quedó consolidada así, un puesto militar en una zona de alto valor estratégico para el proceso de avance y ocupación de un territorio fundamental en la ribera del Guadalquivir.
Siglos más tarde, la ciudad cobraría gran importancia con el nacimiento de Marco Ulpio Trajano (53-117 d.c.) que llegó a ser el primer emperador procedente de una provincia romana. Su sucesor Publio Aelio Adriano (76-138 d.c.) pasó un período de su juventud en Itálica, circunstancia que determinó su aprecia por la ciudad de la que era originario su padre (¿tío?), lo que se materializó en la ampliación de la ciudad tras su ascenso a la dignidad imperial.


En la ampliación que llevó a cabo el emperador Adriano, las calles se caracterizan por su gran anchura y aceras porticadas. Aún hoy se ve el enlosado y los bordillos de las calles, así como los cimientos de los pilares de los pórticos. El trazado del viario es ortogonal, es decir, con calles que se cortan perpendicularmente formando manzanas rectangulares de diversos tamaños. Éstas acogen una serie de casas residenciales (domus) donde se puede apreciar especialmente los ricos y variados pavimentos (mosaicos), cuyos motivos o repertorios decorativos le han dado nombre buena parte de los edificios actualmente visibles. 


Los edificios residenciales

La
Casa de los Pájaros se define principalmente por ser una vivienda tipo de grandes dimensiones a la que se accedía a través del ostium, a modo de zaguán, dispuesto en forma peculiar en Itálica, puesto que se abre a la calle con una triple entrada que da acceso al vestíbulo. Una vez que atravesamos este nos encontramos con el peristilo, patio de grandes dimensiones con galería cubierta y jardín central. A partir del peristilo se organiza y reparten las distintas estancias de la casa. En una de ellas se representa un hermoso mosaico que da nombre a la casa y donde se representa a más de treinta especies de aves. 




La otra vivienda de grandes dimensiones que puede visitarse en el complejo arqueológico es la llamada Casa del Planetario, donde destacan algunos mosaicos interesantes como el que da nombre a la casa y en el cual se puede apreciar las siete divinidades planetarias relacionadas con los días de la semana. En esta domus también podemos encontrar la reconstrucción de un horno romano. 




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